Arturo no pudo ver la leyenda de la piedra y
sacó la espada sin esfuerzo y sin saber lo que hacía. La espada era brillante y
la luna que se levantaba en el cielo la hacía aún más resplandeciente y mágica.
Arturo decidió no despertar a Kay y llevarle la espada muy temprano a la mañana
siguiente. El lugar estaba custodiado por diez caballeros virtuosos, pero el
hechizo que había hecho Merlín para llevar a Arturo hasta la piedra también
había funcionado con ellos.
Cuando se despertaron al día siguiente,
descubrieron que la espada había desaparecido y llamaron a todos los reyes y
las autoridades de la ciudad. Los torneos se suspendieron y en el patio de la
iglesia se reunió mucha gente para ver qué había pasado con la espada. También
fueron Antor, Kay y, por supuesto, Arturo.
Por los gritos y los discursos de los reyes,
Arturo comprendió que buscaban la espada que él se había llevado y se dispuso a
devolverla. Fue extraño ver acercarse al grupo de caballeros armados a un
muchachito que llevaba la espada del rey Uther y decía que la había sacado la
noche anterior por error. Le pidieron a Arturo que volviera a hacerlo. Ante la
mirada incrédula de los reyes, el joven sacó la espada más de veinte veces. Esto
enfureció a más de un caballero. Varios gritaban que, por nacimiento, ese joven
campesino no podía ser rey de Inglaterra. A otros no les importaba el origen
del niño, sino el hecho de que ellos no hubieran podido sacar la espada. La
mayoría ya estaba a punto de hacer resonar sus armas. Pero de pronto apareció
Merlín, como si fuera un pequeño tornado, levantando el polvo del patio, e
intentó aplacar a los reyes con la verdadera historia de Arturo. Les contó
quién era en realidad ese joven y por qué tenía derecho al trono de su padre
Uther Pendragón.
En ese momento, muchos reyes le creyeron a
Merlín y juraron fidelidad al nuevo rey Arturo, pero otros no aceptaron ser
gobernados por un joven inexperto y desconocido. Se fueron de Londres jurando
venganza.
Es cierto que el nuevo rey le debió gran parte
de sus victorias a su espada, pero no a la que había sacado de muchacho de la
piedra, porque esa era la de su padre y se usaba para las ceremonias. La famosa
espada del rey Arturo se llamó EXCALIBUR, que significa “hecha de acero”. ¿Cómo
consiguió Arturo su espada? Cuentan las crónicas que otra vez fue Merlín quien
lo ayudó a encontrarla, justo cuando Arturo tenía que enfrentarse al más
valiente caballero de la época. Recorrieron un frondoso bosque y en un claro
encontraron un enorme lago. La espada había sido hecha en el castillo de la
Dama del Lago, que vivía en las profundidades de la extensa laguna. La dama,
posiblemente una ninfa o hada del agua, le dio a Arturo la espada y una vaina
para guardarla, y le pidió que la devolviera cuando ya no la necesitara.
También le contó que no solo la espada era invencible, sino que la vaina era
mágica, y le explicó que quien la llevara consigo no sufriría ninguna herida en
la batalla
Fragmento de El rey
Arturo, historia y leyenda. Buenos Aires.
Ministerio de Educación
de la Ciudad de Buenos Aires. 2008.
profe lo lei y esta muy bueno
ResponderBorrarmuy linda
ResponderBorrarDe parte de Joel Vega me gustó mucho seño!
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